lunes, 22 de marzo de 2010

LA SEGUNDA GENERACION

Desde el principio el Ingeniero Alfonso Amat Murtra, dirige la empresa acompañado por sus dos hijos, Jaime y Alfonso Amat Puig y Carlos Olive que lo acompaño tambien, y despues siguio acompañando a mi Padre. Cuando mi abuelo fallece en 1959, Jaime sigue su camino y funda la fabrica de Motores Perkins y Alfonso, mi padre, continua dirigiendo la empresa familiar.

Con el se hace cargo la segunda generacion. Muchos hijos de los primeros operarios se habían formado y llegaron a ocupar los cargos más importantes de la empresa. A mediados de los 70 eramos mas de mil familias viviendo de la fabrica en forma directa y muchas mas en forma indirecta, fabricabamos un millon de metros de tela por mes.
En esa época en las fabricas eramos los primeros en enterarnos y en aplicar los últimos desarrollos tecnológicos, estabamos en el centro mismo de las innovaciones.
Tambien en nuestros laboratorios investigábamos y en los talleres se reformaban maquinas, se fabricaban maquinas, y se innovaban procedimientos, eramos parte de una cadena creativa, que generaba trabajo. En esa epoca la fabrica textil Amat era el principal contribuyente del partido de Esteban Echeverria.
Todos eramos de MONTEGRANDE o de los alrededores. Viajábamos todos los años a Europa a ferias de maquinaria, a investigar productos nuevos, a descubrir tendencias nuevas. AMAT crecía y el pueblo de MONTEGRANDE también. Fue un periodo de mucha expansión. Al espacio de la fabrica se le sumo el espacio de la marca.
Las marcas no nacían de una campaña publicitaria mas o menos ingeniosa, eran el resultado de muchos años de trabajo. Eran una garantía de calidad. La fabrica siguió creciendo. FIESTA llego a ser, una de las marcas mas conocidas del mercado.

Fuimos los primeros en estampar arte y moda en sabanas, fue una revolución. Nadie lo había hecho. Fuimos los mejores. Exportamos a EEUU, a Europa, a Sud Africa, a Chile, a Brasil.

AMAT en esa epoca dejo de llamarse AMAT S.A. y paso a llamarse AMAT de MONTEGRANDE.
Todavía había mas gente en fabrica, en los laboratorios, en las oficinas de control de calidad, en diseño, que en las oficinas de Administración. La fabrica era mucho mas que la fabrica.

Era una red integrada con proveedores, fabricantes de maquinas, colegas, clientes, y todos compartíamos el crecimiento.

Los bancos también formaban parte de la red y financiaban su expansión. Cada uno tenia su tarea en esa cadena que generaba economía y trabajo. Cada uno era un eslabón indispensable y todos dependíamos de todos.
Aquel pedazo de campo se habia transformado en una pujante industria y el pueblo de MONTEGRANDE ya era una ciudad.

A la tejeduría inicial le habíamos sumado la hilandería, después la terminación, la estamperia, los talleres de confección. Hasta llegamos a tener campos de algodón en la Provincia de Cordoba.

Desde el algodón hasta la sabana envasada con marca propia. En todos los hogares había una sabana FIESTA.
Desde el principio el crecimiento de la fabrica estuvo íntimamente vinculado con el crecimiento de lo social.
Desde que empezamos, la jornada laboral fue de ocho horas, aun antes de que fuera obligatorio y solamente hacia horas extras el que necesitaba reforzar su sueldo. Tambien la empresa daba creditos para que pudieran comprarse un terreno o ampliar sus casas.
También teníamos un plan de salud para toda la gente que trabajaba y sus familias que inicio el Dr. Pedro Dreyer funcionaba una guardería infantil y una colonia de vacaciones que fundo mi madre, doña Carmen, y ella se ocupaba de todo.
La colonia de vacaciones se llamaba "Vacaciones Felices" y la disfrutaban todos los chicos de la fabrica y tambien los vecinos. Muchos de nosotros aprendimos a nadar en la pileta.
Tambien teniamos cancha de futbol, equipo de futbol, camiseta, y un quincho grande donde haciamos los grandes festejos. Tambien se donaban telas a hospitales y escuelas de la zona, y patrocinamos, con otros Industriales de zona, la creacion del Instituto Tecnologico Llavalloll,  ITILL, que formaba tecnicos y profesionales que la pujante industria iba a necesitar.

AMAT mas que una empresa familiar era una empresa de familias de la cual todos nos sentiamos parte.
Y el proyecto siguió creciendo, asi en 1978 nacio ARAUCAN en Comodoro Rivadavia, una tejeduría de la mas alta tecnología y mas tarde en San Luis, el taller de confecciones RANQUELES.

Un proyecto que había nacido en MONTEGRANDE se seguía desparramando por el país.
Tambien a las telas para el hogar se le sumaron las telas para Moda, y bajo la dirección de Amparo Amat, fueron ocupando cada vez mas participación en la producción y el mercado.

En la familia siempre fuimos muy creativos, años antes, nuestro hermano mayor Alfonso, habia creado el Jután, una tela-insignia, que nos salvo de muchas crisis.
En esa época con las quiebras no se perdía nada. En aquella época cualquiera que tenia buena voluntad, trabajando podía progresar.

El que quebraba era un sospechoso, o por lo menos un incapaz. Las maquinas no se perdían, seguían trabajando en otro taller, en otra fabrica, formando parte de otro proyecto, la gente cobraba su indemnización, conseguía trabajo, y seguía creciendo en el oficio.

En definitiva el único que perdía era el responsable del fracaso.

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