
viernes, 25 de agosto de 2023
BREVE HISTORIA de la FABRICA AMAT de MONTEGRANDE
"Una Fabrica es mas que lo que se ve, es mas que sus maquinas, que sus
edificios, una Fabrica es un proyecto, es una idea, que se va trasmitiendo y
adaptando a través de generaciones, es un conocimiento que se acumula y
crece. Una Fabrica no es lo que se ve, es un proceso en incesante
cambio".


Paso mucho tiempo desde que se tejio el ultimo metro de tela en AMAT y es necesario reflexionar sobre su pasado y hacer un balance de sus sesenta años de historia, que en definitiva es la historia de la Industria Argentina.
La Fabrica Textil Amat la fundo Alfonso Amat Murtra, en 1938. Ingeniero, descendiente de una familia de Industriales y Navegantes Catalanes de Vilassar de Mar. Escapando de la Guerra Civil, vino con su familia a la Argentina, tenia un proyecto y eligio el pueblo de Monte Grande, en la Provincia de Buenos Aires, para volver a empezar.
La Fabrica empezo como Tejeduria, despues vino la Hilanderia, la Terminacion, el estampado, la confeccion y hasta llegaron a tener campos de Algodon en la Provincia de Cordoba. Desde el capullo de Algodon hasta el producto envasado con marca propia. Lo acompañaron sus dos hijos, Alfonso y su hermano Jaime.
Amat llego a darle trabajo a 1300 familias de Montegrande, fabricaba un millon de metros de tela por mes y durante años fue el principal contribuyente de Esteban Echeverria. Todos los que trabajaban, obreros, empleados, técnicos, directivos, eran vecinos. Los mas jóvenes entraban de aprendices y los mayores enseñaban. A la sombra de su Chimenea crecieron tres generaciones de Montegrande.
Amat fue pionera en diseño e innovación tecnológica, y creo la marca Fiesta. Fueron lideres del mercado y tambien exportaban a Estados Unidos, a Europa. En esa época, "no había nadie que en su hogar no tuviera un mantel, un repasador y un juego de Sabanas Fiesta".
Se destaco en lo Social. "La empresa tenía condiciones de trabajo ejemplares para la época. Cuando empezó, por más que no era obligatorio, las jornadas laborales no superaban las 8 horas, les daban creditos a los trabajadores para que pudiesen hacer sus casas, planes de salud integrales para todas las familias, guardería para los niños y colonia de vacaciones para los hijos de los empleados y los vecinos, todos aprendimos a nadar en su pileta".
Tambien la Empresa apoyaba proyectos culturales, deportivos, educativos. Alfonso Amat Murtra trajo maestros Catalanes y despues durante la Presiencia de Alfonso Amat Puig, con otros industriales de la zona, ITILL, el Instituto Tecnologico Llavalloll, hoy Escuela Tecnica Nº 4, que formaba tecnicos y Profesionales que la pujante industria iba a necesitar.
En 1977, empezo a funcionar el DECA, el Departamento de Extension Cultural de Amat, desde el que se promovian proyectos que integraban el arte, el diseño y la produccion industrial.
La fábrica era mucho más que la fábrica. "Era una red integrada, una comunidad, con proveedores, fabricantes de máquinas, colegas, clientes, y todos compartíamos el crecimiento, éramos como una familia. Cada uno tenía su tarea en esa cadena que generaba economía y trabajo, y dependíamos de todos. Los Bancos también, y financiaban nuestra expansión".
Amat más que una Empresa Familiar, era una empresa de familias. La mayoría de los que trabajaban en la Fabrica eramos hijos o nietos, de alguien que había trabajado antes.
Amat crecio y Montegrande tambien. AMAT de MONTEGRANDE llego a ser una de las Empresas Textiles mas importantes de Argentina.
Fueron años de mucho progreso, pero un dia todo cambio. A fines de la decada del setenta irrumpio el Neoliberalismo y el largo proceso de desindustrializacion que sufrio la Argentina.
Las fabricas fueron cerrando, quebrando y el paisaje se fue poblando de ruinas, de edificios abandonados, maquinas oxidadas y baldios.
Otras Fabricas, las mas grandes, bien ubicadas, fueron compradas por Hipermercados, las demolieron, e instalaron su propia historia, y aquel pasado de trabajo y progreso se fue perdiendo en el olvido.
La historia de Amat, no es una historia especial, es la misma historia que vivieron muchos, fabricas chicas, fabricas grandes, talleres, y también es la historia de todos los que trabajaron y vivieron de su trabajo y de su oficio durante años, y que, sin entender porque, de un dia para otro, se transformaron en desocupados.
Amat cerro definitivamente sus puertas a fines de 1998, después de haber trabajado veinticuatro horas por dia, todos los días del año, durante sesenta años.
EN AMAT NO TODO SE PERDIO, ALGO SE SALVO. MONTEGRANDE 2024
El caso de Amat es excepcional, en Amat no se perdió todo. Algo quedo.
A la Fabrica la compro un Hipermercado, Coto. Se instalo en uno de los edificios mas antiguos de Hilanderia, lo remodelo pero mantuvo su identidad. La Fachada, las Naves de ladrillo, la Chimenea, esta todo igual, casi como si no hubiera pasado el tiempo.
Tambien las dos manzanas de fondo, que estaban condenadas a transformarse en un baldío o en un negocio inmobiliario, se salvaron.
Hoy son el Campo Amat, un espacio lleno de vida donde se organizan fiestas, recitales, ferias, y es un pulmón verde y un espacio de encuentro que disfrutan todos los vecinos.
Todo el conjunto edilicio, en 2022, fue declarado Patrimonio Historico y Cultural de Esteban Echeverria.
Tambien se salvo su Historia. Hoy sigue viva recordada por los vecinos, por la gente grande, muchos jubilados que trabajaron en Amat, y aun cuentan anécdotas, pequeñas y grandes historias, de los momentos felices que compartieron. Las escucharon sus nietos, sus herederos, que son los que van a seguir recordandolas, contandolas, y porque no, empezando a soñar un nuevo proyecto.
PORQUE NO VOLVER A EMPEZAR.
La vieja Amat deja un legado y un desafío. Hoy es un espacio abierto, vacio, lleno de esperanza, esperando que una nueva generacion de Montegrande lo vuelva llenar con imaginacion y trabajo, como lo hicieron sus abuelos, con sus propias ideas, con sus propios proyectos, con sus propios sueños.
LA FABRICA YA NO ESTA PERO SU PROYECTO SIGUE VIGENTE
Con el fin de la fabrica se terminaron muchas cosas, se iba la obra de toda una generación, el legado de toda una época. Esa generación llego con los barcos.
Cada uno trajo su oficio, un conocimiento, una forma de hacer las cosas. Ellos trajeron una cultura, la cultura del trabajo. Era una época con baldíos y fabricas que hacer.
En cada taller había alguien pensando, inventando, desarrollando. En cualquier lugar podía estar naciendo una gran idea, una gran industria. Amat empezó así.
Cuando la fábrica se instalo en Montegrande en 1938, Alfonso Amat Murtra, tenía un proyecto, una idea. Era catalán, Ingeniero, y había aprendido el oficio de su padre y de su abuelo en Vilassar de Mar.
La fabrica antigua en Cataluña había seguido creciendo, pero él quería volver a empezar. Y eligió Argentina, Montegrande, un pueblo de campo en la Provincia de Buenos Aires, y entre los vecinos y el paisanaje, empezó la fábrica. En aquella epoca era un gran progreso dejar el duro trabajo rural y trabajar en una fabrica y aprender un nuevo oficio.
La fábrica empezó como escuela. Todas las cosas que empiezan, empiezan igual. Lo primero es el oficio, es saber como se hacen las cosas. Se empezó enseñando el oficio. Primeros fueron maestros catalanes, después vinieron otros. Ese fue el primer paso.
Después ese conocimiento se fue acumulando, se fue perfeccionando, se fue trasmitiendo. Todo lo que se veía, las maquinas, los edificios, eran la consecuencia.
La fábrica era eso, la idea, el proyecto que le daba sentido a todo. Los edificios se ampliaban se transformaban, las maquinas también, pero la fabrica seguía siendo la misma, mantenía el mismo espíritu. En esa epoca era impensable que el Patron no conociese el oficio, si era una carpinteria, el Patron era el que mas sabia de maderas, y si era una Textil era el que mas sabia de telas. Sabian del oficio y lo enseñaban y de eso dependia el futuro, el crecimiento.
La palabra Patron viene de los barcos, el Patron era el Capitan del barco, y cada tripulante tenia una responsabilidad concreta, un oficio particular, y todos dependian de todos y todos necesitaban de todos para llegar a un puerto nuevo.
El Capitan era el responsable del rumbo, de la tripulacion y si el barco se iba a pique, era el ultimo en abandonar la nave.
LA SEGUNDA GENERACION
Desde el principio el Ingeniero Alfonso Amat Murtra, dirige la empresa acompañado por sus dos hijos, Jaime y Alfonso Amat Puig. Tambien Carlos Olive, fue su Gerente General durante muchos años y tuvo una destacada participacion. Cuando fallece en 1959, Jaime sigue su camino y funda la fabrica de Motores Perkins y Alfonso, continua dirigiendo la empresa familiar.
Con el se hace cargo la segunda generacion. Muchos hijos de los primeros operarios se habían formado y llegaron a ocupar los cargos más importantes de la empresa.
A mediados de los 70 eran mas de mil familias viviendo de la fabrica en forma directa y muchas mas en forma indirecta, fabricaban un millon de metros de tela por mes.
En esa época en las fabricas eran los primeros en enterarse y en aplicar los últimos desarrollos tecnológicos, estaban en el centro mismo de las innovaciones.
Tambien en los laboratorios investigában, y en los talleres se reformaban maquinas, se fabricaban maquinas, y se innovaban procedimientos, se creaban nuevos productos, todos eran parte de una cadena creativa, que generaba trabajo. En esa epoca la fabrica textil Amat era el principal contribuyente del partido de Esteban Echeverria.
Todos eran de MONTEGRANDE o de los alrededores. Viajában todos los años a Europa a ferias de maquinaria, a investigar productos nuevos, a descubrir tendencias nuevas. AMAT crecía y el pueblo de MONTEGRANDE también. Fue un periodo de mucha expansión. Al espacio de la fabrica se le sumo el espacio de la marca.
Las marcas no nacían de una campaña publicitaria mas o menos ingeniosa, eran el resultado de muchos años de trabajo. Eran una garantía de calidad. La fabrica siguió creciendo. FIESTA llego a ser, una de las marcas mas conocidas del mercado.
Fueron los primeros en estampar arte y moda en sabanas, fue una revolución. Nadie lo había hecho. Fueron los mejores. Exportaron a EEUU, a Europa, a Sud Africa, a Chile, a Brasil.
AMAT en esa epoca dejo de llamarse AMAT S.A. y paso a llamarse AMAT de MONTEGRANDE.
Todavía había mas gente en fabrica, en los laboratorios, en las oficinas de control de calidad, en diseño, que en las oficinas de Administración. La fabrica era mucho mas que la fabrica.
Era una red integrada con proveedores, fabricantes de maquinas, colegas, clientes, y todos compartíamos el crecimiento.
Los bancos también formaban parte de la red y financiaban su expansión. Cada uno tenia su tarea en esa cadena que generaba economía y trabajo. Cada uno era un eslabón indispensable y todos dependían de todos.
Aquel pedazo de campo se habia transformado en una pujante industria y el pueblo de MONTEGRANDE ya era una ciudad.
A la tejeduría inicial se habíamos sumado la hilandería, después la terminación, la estamperia, los talleres de confección. Hasta llegaron a tener campos de algodón en la Provincia de Cordoba.
Desde el algodón hasta la sabana envasada con marca propia. En todos los hogares había una sabana FIESTA.
Desde el principio el crecimiento de la fabrica estuvo íntimamente vinculado con el crecimiento de lo social.
Desde que empezaron, la jornada laboral fue de ocho horas, aun antes de que fuera obligatorio y solamente hacia horas extras el que necesitaba reforzar su sueldo. Tambien la empresa daba creditos para que pudieran comprarse un terreno o ampliar sus casas.
También tenían un plan de salud para toda la gente que trabajaba y sus familias que inicio el Dr. Pedro Dreyer funcionaba una guardería infantil y una colonia de vacaciones que fundo Doña Carmen, la esposa de Alfonso y ella se ocupaba de todo.
La colonia de vacaciones se llamaba "Vacaciones Felices" y la disfrutaban todos los chicos de la fabrica y tambien los vecinos.
Tambien tenian cancha de futbol, equipo de futbol, camiseta, y un quincho grande donde hacian los grandes festejos. Tambien se donaban telas a hospitales y escuelas de la zona, y patrocinaron, con otros Industriales de zona, la creacion del Instituto Tecnologico Llavalloll, ITILL, que formaba tecnicos y profesionales que la pujante industria iba a necesitar.
AMAT mas que una empresa familiar era una empresa de familias de la cual todos se sentian parte.
Y el proyecto siguió creciendo, asi en 1978 nacio ARAUCAN en Comodoro Rivadavia, una tejeduría de la mas alta tecnología y mas tarde en San Luis, el taller de confecciones RANQUELES.
Un proyecto que había nacido en MONTEGRANDE se seguía desparramando por el país.
Tambien a las telas para el hogar se le sumaron las telas para Moda, y bajo la dirección de Amparo Amat, fueron ocupando cada vez mas participación en la producción y el mercado.
En esa época con las quiebras no se perdía nada. En aquella época cualquiera que tenia buena voluntad, trabajando podía progresar.
El que quebraba era un sospechoso, o por lo menos un incapaz. Las maquinas no se perdían, seguían trabajando en otro taller, en otra fabrica, formando parte de otro proyecto, la gente cobraba su indemnización, conseguía trabajo, y seguía creciendo en el oficio.
En definitiva el único que perdía era el responsable del fracaso.
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